Como turco en la neblina....
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El Mariscambio Milito
Desde que llegó al Rojo, el técnico sólo repitió el equipo en una oportunidad. Usó 23 jugadores y tres sistemas tácticos, pero todavía no pudo encontrar la fórmula.
En el fútbol, las estadísticas menos visibles son muchas veces las que más contribuyen a la hora de exponer mediante datos contundentes las deficiencias de un equipo. Que Gabriel Milito no encuentra el 11 es algo de lo que todos aquéllos que siguen la campaña de Independiente están al tanto. Pero basta con hacer un repaso de las alineaciones que el Mariscal dispuso en los 14 partidos que lleva dirigiendo al Rojo para comprobar que la situación es mucho más preocupante de lo que se advierte a simple vista.
Son 23 los futbolistas que fueron titulares en al menos una oportunidad en lo que va del semestre. Y tres los sistemas tácticos que utilizó el DT en los últimos cuatro partidos (Ver cintillo). Apenas tres integrantes del plantel estable no tuvieron la oportunidad de jugar desde el arranque: Damián Albil, Néstor Breitenbruch y Fabricio Bustos. El entrenador además probó a varios jugadores en distintas posiciones. Emiliano Rigoni se desempeño como extremo derecho e izquierdo y también jugó de mediocampista por derecha. Maxi Meza fue volante interior por derecha, extremo en ese mismo sector e incluso se ubicó en posición de enganche en el último encuentro frente a Central (0-0). Nicolás Tagliafico fue lateral y también volante. Juan Sánchez Miño se ubicó como lateral, volante interior y extremo izquierdo. Ezequiel Barco jugó partiendo desde ambos perfiles y también por el centro. Si bien el equipo generó más situaciones de gol y se advirtió una leve mejora en los últimos dos partidos, ante Gimnasia (0-0) y Central, la realidad se empeña en demostrar que las modificaciones no alteraron demasiado el rumbo de un conjunto al que le sigue costando convertir.
Es cierto que hubo variantes obligadas por lesiones o suspensiones y otros para evitar el desgaste físico cuando Independiente todavía daba pelea en la Sudamericana. Sin embargo, los cambios de nombres, posiciones y esquemas son constantes y en un porcentaje mayoritario responden a decisiones tácticas. Eso delata el desconcierto de un entrenador que continúa buscando la formación base.